UNA ORGANIZACIÓN SE CONSTRUYE Y CRECE CON GENTE FELIZ
La neurofelicidad es una herramienta que sirve para garantizar que los equipos se sientan cómodos en sus puestos de trabajo. Mirar el ser, en forma integral, la invitación para las compañías.

Las empresas tienen dos maneras de crecer: con la gente o a pesar de la gente. Como la segunda opción no es la aconsejable, es tarea de la organización diseñar una estrategia para que el personal aporte, pero también cumpla con sus expectativas personales.
En otras palabras, en una empresa debe trabajar gente feliz. Así lo señala Tatiana Vengoechea, directora de Talent Management Consulting Colombia, firma que abre un nuevo espacio en su portafolio para ayudar a las empresas a que crezcan alrededor de seres humanos felices.
La tarea no es fácil porque las investigaciones han demostrado que la felicidad no es la misma para todos. Así que mientras para un empleado puede representarse en una mejora salarial, para otro puede estar dada en la flexibilidad de horario, por ejemplo. La psicóloga Íngrid Alvarado, experta en neurofelicidad, dice que estos conceptos deben aplicar incluso en el momento de la contratación.
Lo ideal sería que en ese proceso el candidato sea quien tome la decisión de aceptar el cargo si considera que en las condiciones que le ofrece la empresa va a ser feliz, más allá de una hoja de vida que muestre habilidades y competencias específicas para ejercer en el cargo al cual aplica.
Por eso, profesionales con éxito probado dejan un cargo con el argumento de que no se adaptaron a la nueva compañía.
Se parte de la idea de que es el propio individuo quien es feliz cuando se sitúa en el presente, independientemente de las circunstancias. “Yo elijo si disfruto al jefe o lo sufro”, comenta Alvarado.


Vengoechea sostiene que estas prácticas en búsqueda de la felicidad del personal no se limitan a que los departamentos de talento humano diseñen campañas de buen clima laboral, organicen talleres de trabajo en equipo o programen reuniones informales para departir y conocerse entre departamentos y ‘romper el hielo’ con las altas jerarquías de la empresa, dice la experta en talento humano.
“Aunque es un tema que supuestamente todo el mundo ha manejado, lo abordamos desde perspectivas novedosas. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se ha llegado a la conclusión de que hay que trabajar los procesos de construcción del ser. Hay que buscar estrategias para que las personas realmente encuentren la felicidad dentro de sí”, indica.
En ese contexto, todas las condiciones que fija la empresa son un apalancamiento más, pero no el centro de las acciones para contar con una empresa productiva y con un buen clima laboral”.
La experiencia señala que, en general, a las empresas les falta un trabajo más a fondo por el desarrollo integral de su recurso humano.
Con una mirada al ejercicio de la neurofelicidad se puede evidenciar que si la gente está nivelada y con tranquilidad interior va a ser más creativa, más productiva y va a tener mejor disposición para trabajar en equipo, para colaborar y, por ende, eso va a redundar en una mayor productividad.
En los últimos 10 años, los descubrimientos científicos aportados por las ciencias del cerebro (neurociencia) y otras disciplinas afines al comportamiento humano y la salud revelan que la felicidad es fruto del equilibrio entre las emociones, el cuerpo y el cerebro, con un componente de bioquímica.
De ahí que la invitación es a que la estrategia tenga una óptica integral.
De hecho, Ingrid Alvarado sostiene que cuando las personas son felices “se dispara la oxitocina, la hormona de la felicidad, que tiene una conexión directa con el sistema inmunológico. Cuando se es más feliz, la gente no se enferma y se reducen las incapacidades”, dice.


Cuidar del movimiento del cuerpo y hasta de la alimentación de los colaboradores son variables importantes en esa estrategia.
Es posible reforzar la felicidad con ejercicios cerebrales capaces de generar sustancias como la dopamina y la serotonina, que producen la sensación de placer, gratificación, paz, amor y felicidad.
Recuperado de:
Portafolio Fin de Semana
http://www.portafolio.co/negocios/organizacion-empresarial
Citado por :
Ruth Elena Calvache Dorado
¿POR QUÉ TRABAJAR MUCHAS HORAS EN LA OFICINA YA NO ES TAN 'COOL'?
Diversas empresas del mundo están fomentando la flexibilidad en horarios y vacaciones.

La adicción al trabajo es una tendencia que están revaluando importantes empresas del mundo. Actualmente, las organizaciones promueven tener una vida más allá del trabajo.
Lucy Kellaway –columnista del Financial Times– en un artículo publicado en el especial de proyecciones del 2015 de The Economist. Kellaway propone el regreso paulatino de las jornadas de 9 de la mañana a 5 de la tarde (ocho horas) y la idea de dejar los asuntos de la oficina en la oficina, y no trasladarlos al hogar.
“Los horarios ejecutivos que imponían iniciar el día laboral a las 4 de la mañana con correos electrónicos enviados antes del amanecer, mientras corrían en una cinta en el gimnasio, comenzarán a verse fuera de lugar, ineficientes y casi rayando en la locura”, destaca Kellaway.
Una revolución.
Ejemplos de la revolución de los horarios y del respeto por los tiempos libres hay varios: el año pasado, la sede de Google en Dublín comenzó a confiscar los dispositivos de sus empleados cuando salen de la oficina, y la poderosa empresa automotriz Daimler decidió eliminar los mensajes que llegan a los correos electrónicos del personal que está de vacaciones.
Los peligros.
Cástulo Rodríguez Correa, presidente de la Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo,explica que las consecuencias de la adicción al trabajo varían entre una y otra persona, pero que generalmente están asociadas a inconvenientes de salud y de índole social. “Se pueden llegar a producir alteraciones digestivas, insomnio, cambios de tensión y hasta problemas cardiovasculares. Esto viene acompañado de cambios de comportamiento, mal manejo del estrés –porque no hay vías de escape– y un aislamiento en el campo familiar y social”, afirma.
La adicción al trabajo fue vista hace algunos años como una conducta positiva y se asociaba a una dedicación incondicional a una carrera, pero las últimas investigaciones derrumban esa tesis. “El exceso de trabajo afecta la creatividad, la capacidad de decisión y la sensibilidad ética. La severidad de los problemas de salud en la gente joven es importante desde una perspectiva moral y humana”, señala Alexandra Michel, académica e investigadora de la Universidad de Pennsylvania.
En el sentido laboral, Ivanovic-Zuvic, psiquiatra y académico del departamento de Psiquiatría Norte de la U. de Chile, explica: “En algún momento el sistema va a colapsar. La persona normal que es llevada a ese ritmo de trabajo, al principio va a producir, pero después no. Va a ocurrir lo opuesto: se va a cansar, a tener estrés, va a tener dificultades de sueño, se va a irritar y en esos casos la productividad disminuye, así como el nivel de satisfacción”.
Finalmente, Kellaway asegura que los ejecutivos del mañana no tendrán que volver a presumir del tiempo que emplean en sus puestos, sino que alardearán de las habilidades que adquirieron interpretando un instrumento musical en su tiempo libre, o de los lugares maravillosos que conocieron mientras los computadores de sus oficinas estaban apagados.
Más de 10 horas al día.
Los ‘workaholic’ se identifican de varias maneras: son hombres o mujeres que trabajan más de 10 horas diarias, llevan asuntos laborales a la casa o los desempeñan los fines de semana y descuidan su salud y su vida social y familiar. Por supuesto, los avances tecnológicos les permiten tener acceso directo e inmediato a sus tareas las 24 horas del día y los siete días de la semana. Por lo general, son trabajadores de entre 35 y 45 años que han alcanzado puestos de jefatura en sus compañías y desempeñan tareas calificadas con alto nivel de control. De manera frecuente obtienen reconocimientos en sus oficinas, pero no por fuera de ellas.
Más iniciativas y propuestas.
1. Solo 3 días
El magnate mexicano Carlos Slim propuso a mediados del año pasado reducir la jornada laboral de cinco a tres días a la semana y que cada sesión fuera de 11 horas. Slim citó ejemplos como Holanda, donde hay menos horas de trabajo pero un aumento importante de la productividad.
2. De 8 a 3
Desde el 2008, la empresa energética española Iberdrola acordó con sus 9.000 trabajadores un horario de 8 de la mañana a 3 de la tarde, con flexibilidad de 45 minutos. En seis años mejoraron la productividad y redujeron el ausentismo en 20 por ciento.
3. Mismo sueldo
Algunas regiones de Suecia decidieron en el 2014 implementar jornadas laborales de seis horas diarias para empleados públicos, pero sin una reducción en el salario. Lo anterior, para mejorar la productividad y el sentido de pertenencia.
Recuperado de:
EL TIEMPO
Redacción Domingo
* Con información de ‘The Economist’ y GDA
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/gente/trabajo-en-colombia-propuestas-e-iniciativas/15398074
Citado por: Ruth Elena Calvache Dorado




